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Mostrando entradas de 2013

Abandonada y perdida

Sus ojos dejaron de mirarme, me siento bien. Perdí su atención y no puedo explicar la felicidad que me da que ya no me mire con tanta pasión, con tanta vehemencia, como diciendo: volveré por ti una y mil veces. Ya no, estoy liberado de ella y sus vueltas infinitas, embustera, asesina de almas. Estaba hace tiempo sentado en mi cama, pensando en la vida, abstrayéndome de mi mismo, y pensaba, y pensaba... Pensaba como decirle para que se aleje de mi, quería saber cómo hacerlo pero imposible: llegaban ayudas de todos lados, consejos, cosas interesantes, cosas inválidas, pero nada funcionaba. Recuerdo que pensé en escribirle una carta, en mirarla a los ojos y decirle, léemela en voz alta. Después dije que sería inoportuno y bastante impersonal. En otra ocasión me dije a mi mismo: "es hora de enfrentarla cara a cara y obligarla a que se vaya, aunque sea a la fuerza". Me planté frente a frente, nos miramos, cruzamos miradas intensamente. Agarré su mano izquierda, atine a abrir l

Biografía de un perdido

Era de día, 3 de enero de 2013, el muchacho se dejaba llevar por la música mientras dejaba pasar las últimas horas de calma hasta tener que correr hacia el trabajo, aquel que no era el mejor, pero por lo menos lo ayudaba a salir del paso. La música de fondo lo hacía feliz; ocurrentemente, hablaban de la felicidad. La soledad lo acompañaba minuto a minuto, paso a paso, y eso lo hacía feliz e infeliz, claro está que depende del día, de cómo se sintiera. Por lo general estos días calurosos con olor a encierro no le gustaban mucho, prefería, ocasionalmente la lluvia. Es todo lo que parece que no podría ser cada vez que se imaginaba algo, deliraba. Constantemente su latir llevaba el ritmo de una canción o de alguno de sus delirios, que todavía no eran música, ni eran imágenes, ni eran palabras, eran eso: delirios. Se agarra la cabeza cada vez que algo no le cierra, es un tipo raro. Cuando se sienta a esribir, no sabe por donde empezar, hasta que pum, se cae una idea, mala, a veces las modi

El cosmos humano

Si la locura hablara, diría tantas palabras incomprensibles como momentos vividos. Como cada momento es "único" e irrepetible, cada palabra incomprensible, también lo es... ergo el delirio mismo de la vida tácita y el recuerdo recelado por la mente socrática, hacen que el lenguaje pierda todo manto de comprensibilidad, y de aprehendimiento. Es decir, nos quedamos sin palabras. Cada palabra que no pronunciamos es un destello enérgico de una estrella radioactiva que no titila sino que cada vez brilla con más intensidad, o quizás cada vez este más próxima a la tierra, a colisionar con nuestro cuerpos inertes... El deseo cae al fin, la esperanza y el letargo se hacen agua sobre los manantiales de la riqueza inmoral, aquella que rompe con todo y con nada a la vez... un aire recorre la sala en la que estas, como anunciando la felicidad extrema... ¿Y el pasado? El pasado ya no existe, se esfumó con todo lo demás, con lo que nunca fue, es decir, ¿el presente? Si el presente no es má