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¿Quién sos?

¿Qué tanto se pierde segundo a segundo?¿Qué tan rápido se puede ir todo lo que pensás irremediablemente al carajo?¿Qué tanto valés?¿Sos por vos mismo o sos porque los demás dicen qué o quién sos? Basta de mentirte, de mentirle al mundo: da la cara. No te atrevas más a pensar que sos un as, no te atrevas más a pensar que sos quien trajo la salvación a este lugar: primero porque no sos nadie, segundo porque ese lugar se esfumo. Tanto has defendido a tu Dios, que te olvidaste de los que tenías alrededor, tanto creíste en vos mismo que te pisotearon, te dieron vuelta como una media, y ahora sos un servidor más... mejor dicho, sos un siervo más. He vuelto, más duro que nunca, dispuesto a reflotarme, a volver a luchar por todo lo que aprecio, por todo lo que deseo. Dejar de lado el oscuro placer, que no es más que una efímera (odio que tan bella palabra haya sido tan devaluada por gente como vos, que tan en vano la usa) satisfacción, que se voló, que se excitó y luego perdió su vigor. El po

Cambios en el La vida misma

Ante la muerte, lenta y dolorosa, de este espacio de expresión he estado tratando de reformularme el objetivo y el destino de este pequeño sitio. A decir verdad, no sé muy bien que es lo que puede depararle el destino. Solo sé que no quiero que termine de morir, necesito levantarlo con algo, darle vida, proyección, apertura, algo... algo se me debe ocurrir... No encuentro muchas palabras, simplemente necesito darle más capacidad expresiva a todo esto... De ahora en más se convertirá en un espacio abierto a la comunidad , escribas o no, quieras expresar lo que quieras expresar... sólo lo mandás y plop: será publicado. Además, como verán, elimine el estúpido símbolo de Copyright (©), ya que lo considero algo que priva a la libre expresión. Por eso de ahora en más empezaré a basarme en las normas del Copyleft: cualquiera puede redistribuir los textos aquí publicados con la simple acción de dar a conocer el autor, o si se lo modifica avisando de esto. Sea bienvenido y libre a este espac

Viviré volando II

Ya no sé cuanto es el tiempo exacto que pasó desde aquel  vuelo  hasta este por el cual estoy por abordar. No sé tampoco si son las mismas sensaciones las que me ahogan, o las que me hacen respirar; sé que sigo tirado en el mismo rincón que aquella vez, donde nada tiene sentido, y todo es razonable a la vez. Vueltas da mi cabeza en este momento, el chipi chipi no se ha ido, pero lo clarobscuro asume en mí, sea como sea ... No siento nada más que el frío que pasa por mis ojos en esta noche helada, en la cual ya nada ha de aparecer al lado mio. Solo. ¿Estoy solo? No lo creo... Divago, camino, doy vueltas por las paredes, y me vuelvo a sentar, todo es una calesita. Envuelto en sonidos, sigo escribiendo, y pienso en mañana, y pienso en ayer, los comparo, pero pienso en hoy, sólo es hoy, el resto es nada . Me cuesta creer en la gente y sus palabras, pero no dejo de ser un pequeño ingenuo y crédulo botija de ciudad. Me siento un Silvio Astier, tan genio y tan desgraciado, que no encuentra s

Delirio atemporal

Son las 18:10 hs. En una tarde gris escribo líneas negras, con un teclado negro, en un computador gris y negro. Las líneas divagan por el monitor que se posa en el tercer o cuarto estrato del escritorio. A su luz una pequeña, insípida y blanca camarita que pareciera que vigilara algo a mi izquierda. Me giro y veo que lo que la cámara vigila es la estantería con libros, podría llamarse “biblioteca” pero no lo es, es quizás un amontonamiento de papeles y libros. Son las 18:11 hs. Reviso la estantería llena de libros, libros de colores, y libros opacos, oscuros, envejecidos por el paso de los años, esos años que amarillentan hojas de libros y vuelan las de los árboles. Son las 18:12 hs. El tiempo comieza a volverse frenético. No me deja pensar, menos escribir, no pienso anotar cada minuto, pero… veo algo ante mí… es una humilde carpeta o humilde cuaderno, no se algo de eso es. Vuelvo a girarme, hay unos lentes estrambóticos en uno de los estantes, sobre unos discos de Rock Nacional. 18:14

Ataque neuronal

En  viaje intergaláctico, en la pesadumbre de la inconsciencia, en el letargo eterno del alma, en el dios de lo onírico, en el estrepitoso mar del sur, en los sueños divinos de la eterna revolución y en la eterna revolución de los sueños. En cada flan rotador, en cada destello de la mentira, en la mentira de cada destello, en la lucidez de verdad, en la verdad de la lucidez, que a la vez nos miente por siempre, diciéndonos que es perfecta, que es infalible. En cada movimiento de la materia, en cada segundo del eterno tiempo, y la mentira, y la verdad, las consecuencias. El delirio, la pasma, la canción de un amigo, el pelo que vuela enteramente, desde el cuero cabelludo al insensato viento de la colina. La colina llena de nieve, el sol cortando a la mitad la nieve, el hielo flotando en el aire y el mar hundido en la tierra. Lo negro de los agujeros, comiéndose a las personas que atraviesan su portones de dulce desaparición. De la nada a la nada, ¿y el medio? Escapando por la delirant

De aquí a allá

Partió rumbo a su casa, había sido un día largo, muy largo. Después de tantas horas en la fábrica decidió que sería conveniente comer algo por ahí antes de llegar a su casa para la cena.  Sí, había terminado muy tarde, más de 12 horas ahí adentro. De pronto descubrió que la mayoría de los lugares de la zona estaban cerrados, no entendía bien la situación, hasta que se dio cuenta de que era domingo, otro problema mayor. Camino hacia la parada del colectivo y mientras prendía un cigarrillo (vaya a saber uno de que marca era) empezó a mirar a su alrededor, la calle desolada, las casas como sin vida, era un día gris. Decidió caminar un poco, siguiendo la línea del recorrido por si, eventualmente, aparecía el micro que lo llevaba a su casa todos los días. Caminó por las extensas cuadras de piedra hasta que llego a una intersección completamente tapada por el agua, "imposible pasar" pensó, así que volvió una cuadra hasta la anterior parada. Creyó que era conveniente fumarse otro ci

Carta a un desconocido

Entre la nada y el todo. Estar entre la nada y el todo, como parte de algo que ni siquiera sabemos que es. Ser quienes creemos que somos, o lo que realmente ven que somos, ser alguien, o no ser nadie, mejor dicho: no ser. Podés decir muchas cosas, que jamás alguien te va a oír, o no decir nada, y que todo el mundo te este escuchando; podés arrancarte la piel a gritos, derribar paredes a puñetazos, putear por lo alto o por lo bajo, resignarte o seguir luchando; pero nada de eso tiene validez si no sos algo. ¿Quién sos para el mundo cuando el mundo está derrumbándose y no le prestas atención? Sos un hijo de puta, acá, en Hawaii y en la China comunista.  Podrás creerte el dueño de la verdad, el "deschabetador" de las cosas, de los hechos, pero si no sabés manejar la información que tenés, no sos nadie. Vas a ser un ente, o sos la nada, que es no ser, no sos consciente de lo que sos, no existis, sos un cero a la izquierda, para él, para ella, para ese otro, para esa otra, para

Divagar es lo de menos

Cuanto tiempo pasó desde aquel minúsculo día, que se pasó como cualquier otro día. Su sensación era la de un vacío irreparable, que a causa de la desesperación que le causaba pensar que eso no se repetiría jamás de la misma forma a como lo había vivido. Por eso se sentó en la vereda y quedó colgado del cielo, como si una estrella le hubiese tirado una soga, o algo así; no sabía que le pasaba, o de por momentos lo recordaba, pero esa noche era confusa, su cabeza no estaba centrada. Luego tomó una piedrita, la alzó entre sus dedos, y con un movimiento suave la elevó hasta el cielo mismo, otra vez se tildó, hasta que (por supuesto) la piedra cayo sobre su cara atontada, dejándolo un poco más bobo de lo que estaba. Sin embargo, no sintió nada, solo cambió de rumbo su mirada y empezó a ver el pasó de la gente, frenética, a pesar de que era de noche, y la zona no era muy transitada. Él sabía que el miedo gobernaba los pasos de aquellos minúsculos seres que se creen dueños del mundo entero. ¡

El final es lo que esta acabando

Cuando todo empieza y nada termina es cuando se crea una burbuja de cosas, cosas que ocupan un espacio y un tiempo determinado, elementos que nos comprueban la existencia de una vida "ocupada". Pero si todo terminase y nada empezase ocurriría lo contrario, la vida se llenaría con un vacío de cosas, la nada comprendería ese vacío. Entonces, ¿qué es lo que realmente sucede? ¿Qué pasa en estos momentos? Será que las cosas se llenan o se vacían, aunque en vez de vaciarse se llenarían de nada. Es como esto sucede, alguien (un ser) llena su vida, pero resuelve que esta atosigado de cosas que le llenan la vida, por lo tanto decide empezar a terminar algunas cosas, pero paulatinamente. Lo que no se dio cuenta al vaciar las cosas tan espaciadamente no se percató de que ese vacío iba a necesitar ser llenado con algo, con lo cual se fue dejando y dejando, y las cosas se sucedían y se escapaban, una tras otras. El momento preciado llegó, su vida se vació completamente, dejó de tener un s

La risa del peón

-En cuanto a tu falta de interés no tengo mucho para decir, solo sé que de ahora en más va a ser difícil la relación.- dijo ago preocupado. -Por mí no tengo problema, sabés que yo solo estoy aquí con un propósito; solamente quiero el trabajo, yo cumplo, y a fin de mes vos debés cumplir.- respondió en tono tranquilo. -Probablemente tengas razón, así que vuelve a lo tuyo y no te quiero ver metido en esta sala hasta que se termine el mes, ¿entendido? No hubo respuesta del otro lado, ya que él se había retirando antes de que el patrón hiciera la pregunta. Por lo que así volvió a su casa y se sentó en la mesa de la cocina, esperó hasta que el agua hirvió; segundos después apareció su mujer, con quien había jurado no separarse jamás, pero tampoco habrían de casarse. Fue él esta vez quién sebó los mates, ya que sabía que ella iba a tener una noche agotadora en su trabajo, puesto que era sábado, y los salones de comida se llenan los fines de semana, claro esta. Hasta el tercer mate no se di