¿Quién sos?
¿Qué tanto se pierde segundo a segundo?¿Qué tan rápido se puede ir todo lo que pensás irremediablemente al carajo?¿Qué tanto valés?¿Sos por vos mismo o sos porque los demás dicen qué o quién sos? Basta de mentirte, de mentirle al mundo: da la cara. No te atrevas más a pensar que sos un as, no te atrevas más a pensar que sos quien trajo la salvación a este lugar: primero porque no sos nadie, segundo porque ese lugar se esfumo. Tanto has defendido a tu Dios, que te olvidaste de los que tenías alrededor, tanto creíste en vos mismo que te pisotearon, te dieron vuelta como una media, y ahora sos un servidor más... mejor dicho, sos un siervo más. He vuelto, más duro que nunca, dispuesto a reflotarme, a volver a luchar por todo lo que aprecio, por todo lo que deseo. Dejar de lado el oscuro placer, que no es más que una efímera (odio que tan bella palabra haya sido tan devaluada por gente como vos, que tan en vano la usa) satisfacción, que se voló, que se excitó y luego perdió su vigor. El po