Verdad

Algunos querrán dudar de mis palabras, pero a la vez que ellos dudan y critican, yo las reafirmo y las vuelvo a poner sobre la mesa. Esas palabras que hoy matan mentiras, no significan verdades, son meros acercamientos, soy un niño nuevo en este juego de hablar. Pero ¿quién me va a decir que no puedo hablar? El oxígeno es gratis, por suerte para muchos, y para mi también.
Si es que lo que voy a decir tiene valor alguno, que puede que lo tenga, aceptalo, no lo niegues. Si querés ignorarlo hacelo, pero quiere decir que algo de verdad tengo en estas palabras. ¿Qué más te puedo preguntar? ¿Cómo hago para volver al ruedo luego de tanta agua bajo el umbral de mi casa? Tantas mentiras, tantas verdades, tantas giladas, tantas pendejadas, tantas personas y tantos personajes. Tanto ha pasado que el pasado se ha vuelto presente, y el futuro no llegó, sino que se fue, para más adelante, aunque a veces dudo de su existencia.
¿Querrán decirme ustedes por qué no puedo decir lo que voy a decir?¿Por qué debo callarme? Porque... no tienen palabras para negarmelo, y es que la verdad solo se la puede refutar con una verdad mayor, que no invalida la anterior sino que la contiene y la supera. Es verdad que nada tiene un valor absoluto, pero la verdad puede ser absoluta en la medida en que todos entendamos lo que contiene dentro de ella, si alguien no lo puede comprender, entonces esa persona: a) No quiere ver la verdad; b) Le falta algún elemento que complete su capacidad de desarrollar una idea o de comprender un concepto.
No quiero entrar en redundancias, pero la existencia o no de esta verdad que pienso decir a continuación, no depende mucho de causas subjetivas, es decir, de causas inherentes al conjunto de la raza humana, sino que tiene que ver con un concepto objetivo. Ese concepto objetivo, basado en las investigaciones previas, que llevaron a la superación de verdades y al refutamiento de las falsedades anteriormente escritas, ensayadas y demás, hace del nuevo concepto a presentar un Verdad casi tan perfecta que merece ser escrita con mayúsculas.
De nada nos va a servir discutir lo indiscutible, es decir, tratar de refutar algo que claramente es una realidad indivisible de nuestra existencia, por eso mi trabajo como escritor es dejar bien en claro esta Verdad, que de ahora en más será nombrada con mayúsculas por su importancia y su cuasi-perfección. A lo que apunto con esto es que ya no vale la pena intentar superar esta idea superadora, que más que una idea es un hecho concreto, y más que un hecho concreto es, y punto.
Ya puesto en marco teórico el lector sabrá perfectamente de lo que vengo hablando, por lo que mi verdad, que ya (a diferencia de cuando comencé a escribir esto) no me importa si es criticada, desoída, ignorada, "intentadavanamentederefutar", será presentada a continuación. Pero teniendo en cuenta la avidez del lector, en estos casos prefiero no ser tan obvio, y no tratarlo de estúpido; con lo que voy a dar por sentado que en el transcurso de este breve y contundente texto ha tenido la capacidad dialéctica, lingüística y filosófica para lograr desentrañar la Verdad que hay detrás de mis palabras.

Comentarios

  1. sos odioso Fasola, pero te extrañaba, obvio que sos mucho mejor que Motor Psico, fajalo por favor!!!

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Estupefacientes

La risa del peón

Botija de ciudad