Regreso a casa

La parda luz abrasando los trigales
la espuma en el cielo
los recuerdos ya distantes.

El frío y melancólico acero
posado sobre nuevos durmientes.

Las manchas negras que alternan
con el verde de un tiempo de prosperidad ajena
y el remanso de un paseo que pronto acabará.

Los espejos ya arrugados,
no por los azotes de los años,
sino por esa danza que despeina
hasta señores engominados.

¿Quién habrá partido tan lejos
para no volver a verte?
Alegre tristeza de saberte allí
y no poder tocarte.

Desdichados los que se creen tus amos
pero no saben cuidarte y amarte,
como lo hacemos los despojados.

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